El sonido de los rieles mientras viajas en autoferro -que no es nada habitual en nuestro querido Ecuador- es algo que se queda grabado en tu mente para siempre. Me recuerdo sentado en las bancas metálicas del bagón frente a la ventana enamorado de la espesa neblina. Hay poca gente, algunas tienen chales en sus espaldas llenos de compras, o como mi padre su mochila con la carpa y cobijas. Tras el frenón de nuestra llegada, sigo a mi madre por las graditas de salida. Nos adentramos a un mundo donde el aroma profundo a pinos y humedad fresca te invaden, haciéndote creer que has viajado por un pasaje escondido a otra dimensión. Con nuestras cosas caminamos lentamente, son las 6pm y el sol ya se está ocultando. Mi padre que se adelantó, regresa, nos dice vengan en silencio y caminen suave. Poco a poco y con cada paso la neblina se abre. De golpe un venado aparece mirándonos fijamente antes de correr estrepitosamente tras los arbustos.
Cada vez que viene a mi mente el Área Nacional de Recreación "El Boliche" conjugo una mezcla de neblina, pinos y rieles. Es un hermoso lugar donde solía recurrir cuando era muy pequeño. Simplemente espectacular para pasar un buen rato entre la naturaleza con la familia o amigos en una parrillada o cualquier actividad de camping. También puedes recorrerlo como entrenamiento, simplemente hay algo para cada gusto.
Para llegar puedes hacerlo de dos formas: primero a través de las vías del tren por $20.00 desde Quito o Ambato con un recorrido de aproximadamente dos horas desde cualquiera de los dos tramos –si quieres saber más, sobre como reservar o precios de las distintas rutas en tren puedes acceder a la página de trenecuador.com. Como dato perturbador, por el momento se han detenido los recorridos en tren -esperamos que los reanuden pronto-.
El segundo medio y nuestro favorito, desde Ambato tranquilamente puedes coger los buses a Quito y decirle al controlador que te deje en la entrada a la reserva. Tiene un valor que oscila entre $1,50 y $2.50. El recorrido dura casi una hora y media hasta la entrada en la panamericana, desde allí caminas unos 15 min o también puedes jalar dedo hasta la puerta del boliche, regístrate y a disfrutar.
Aquí hay varios senderos bien marcados, cabañas y lugares donde preparar asados. Si tu objetivo es entrenar hay una ruta para trail running prácticamente libre en la mitad de uno de los senderos, o disfrutarlo observando a los nevados Ilinizas, Cotopaxi y Rumiñahui que te permitirán sacar hermosas fotográficas.
Ahora si vas a acampar, con carpa lo puedes hacer solamente informando a los guardaparques o si deseas quedarte en una de las cabañas tienes que reservarla por $10.00 en la cafetería del interior –muy recomendado- ya que cuentan con espacios privados y camas con varias cobijas ya que el frío de la noche te hace temblar. Una buena santa experiencia, el día estuvo espectacular con el sol radiante para darse gusto fotografiando pero un poco después del mediodía llovió a cántaros hasta prácticamente las 5 de la tarde, así que lleva ropa abrigada y si te aventuras a pie chaquetas impermeables.
Acampar en el Boliche es una experiencia fascinante, como dato super importante son los árboles de #Quishuar que encontrarás, los incas consideraban estos árboles como un vínculo con el mundo espiritual. Son un poco delicados ya que tienen muchos años de vida. Si los tocas te brindarán una energía casi ancestral. En Ecuador los hemos encontrado en El Boliche, el bosque seco Jerusalem y también en el Volcán Altar.
Recomendaciones
Llevar ropa abrigada y una chaqueta impermeable en caso de ir a pie.
Hay cabañas con calefón pero no cuentan con bombonas de gas, así que si puedes ir llevando una para la ducha.
Hay variedad de comida, y no es muy cara en comparación con otros lugares.
Si deseas ir en tren, debes reservar tu boleto con anticipación ya que se agotan muy rápido -hay veces que toca reservar con varias semanas, en especial en feriados-.
Tienes alguna pregunta, no dudes en escribirnos
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