La primera vez que escuchamos que podíamos caminar hasta Mojanda es desde Cochasquí, nuestros pies ya armaban el viaje como siempre, nos emociona encontrar nuevos caminos de trekking, nada nos detiene a veces por conocerlos, a menos que no haya un punto seguro de llegada y conseguir transporte para regresar, este fue nuestro pero.
Nos indicaban que mínimo era 8 horas de caminata (12 Km) por pajonales y páramo, que había un refugio al otro lado de la laguna más grande, la Carichocha que ahora sabemos su nombre, y que no hay transporte, solo hay camionetas en horarios irregulares, es decir era un trayecto incierto, mas lejano de lo pensado, entonces empezó nuestra búsqueda del mejor camino. Descubrimos que ir en camioneta tiene un costo de $20,00 solo ida pero haciendo base en Otavalo o Tabacundo, uno de los 2 serian las bases de nuestro viaje, el cual armamos en auto propio y con buenos amigos para caer todos para la gasolina.
Ahora ya sabemos que hay dos caminos: el feo y el terrible, elegimos el segundo Tabacundo sin saber ese detalle. Hay señalética para encontrar la ruta desde el parque central de la ciudad, pero la ruta es realmente horrible, un recorrido de casi 1hora 30 min. por piedras, tierra, huecos y grietas de agua, la montaña rusa dentro del auto. Suerte para nosotros fue un día soleado imagínense con lluvia este seria un lodazal. Como que empezamos un poco despechados y queriendo regresar porque ascendíamos y ascendíamos y nada. Hasta que llegamos al mirador de las lagunas, nos sorprendió y sentimos un gran alivio por elegir esta aventura.
Un atardecer espectacular nos aguardaba; en las aguas cristalinas de la Caricocha se reflejaban los rayos del sol al igual que las nubes que ya se tornaban de azul y violeta, entre los polilepys se formaban las siluetas de sus ramas peculiares y retorcidas. Nos sentíamos tan pequeños al sentir al puntiagudo Cerro Negro y al Fuya Fuya encerrarnos en sus brazos como en un valle secreto. Ya caída una noche estrellada y parados en el muelle de madera de la Laguna puedes verla convertírse en un gran espejo para la luna. Fue hermoso.
Lo bueno de haber elegido esta ruta es que llegamos directamente a las cabañas donde tranquilamente puedes pagar $14,00 por un poco de comodidad o llegar a la zona de camping que cuesta $3.00, dispone de áreas de asado, hogueras, te venden atados de leña y un cafésito para la noche pero solo hasta las 7:00 pm. Risas e historias de terror no faltaron en nuestro campamento lo que si faltó es más fuego, hizo un viento muy fuerte y helado, eso sí como recomendación llevar carpas de 3 estaciones y sleeping que resistan el frio.
Al siguiente día regresamos por el camino feo, saldríamos directo a Otavalo. Solo un pequeño tramo de susto le tomó a nuestro chofer 4x4 que se lució en la montaña. Rodeamos la Caricocha para llegar a una calle totalmente empedrada de principio a fin, aquí descubrimos que es la base para ascender al Fuya Fuya, existente espacios abiertos para camping y unos pocos puestos de comida. Desde este punto hasta la carretera principal es 1 hora aprox. es la ruta es más accesible para cualquier camioneta o automóvil, puedes guiarte por la cascada Taxopamba que también visitamos al paso.
Como les contábamos nuestra curiosidad inició con el trekking desde Cochasqui, pero como dato para ir caminando es mejor de Mojanda a Cochasquí, igual hay piedras y lodo pero puedes llegar a las cabañas de Cochasquí y pedir una camioneta al pueblo mas cercano que es Malchinguí.
El turismo comunitario de Mojanda tiene potencial y merece respeto, las 2 rutas existentes no se han mejorado, hemos leído algunas opiniones y es casi un problema político. Sin embargo ahí hay gente respetable trabajando y cada vez que vayas apoyarás todo su esfuerzo sin olvidar que también debes apreciar su entorno natural y cuidarla para que futuras generaciones lleguen a estos hermosos lugares.
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